El cambio que provocó el beso de verdadero amor fue increíble. La maldición se había roto y al fin era libre. Libre de matar a la princesa y convertirse en la reina que todos esperaban, de abandonar su hogar y gobernar un lugar del que nunca había escuchado. Libre de convertirse en una prisionera de un palacio de cristal. Sus padres, el príncipe y el verdadero amor la perjudicaron más que la bruja y su maldición.
Este relato participa en la iniciativa 5 líneas de septiembre
Foto de Alice Popkorn